El principio del fin de Juego de Tronos llega acompañado de muchos y grandes estrenos.
En el primer bloque con lo más destacado en cine como la comedia gamberra de ‘Lo dejo cuando quiera‘ y el drama romántico juvenil de ‘After‘.
En el segundo bloque con lo más interesante como el drama romántico histórico de ‘El día que vendrá‘ con Keira Knightley, el cine indie de ‘La profesora de parvulario‘ con Maggie Gyllenhaal, la comedia dramática de ‘Dobles vidas‘ con Guillaume Canet y Juliette Binoche, y la simpática ‘A la vuelta de la esquina‘.
En el tercer bloque con lo más destacado en plataformas digitales sobresale el estreno del primer episodio de la temporada final de ‘Juego de Tronos‘, la película de thriller sobrenatural de ‘The Silence‘, la película juvenil de ‘¿A quién te llevarías a una isla desierta?‘ con María Pedraza y Jaime Lorente, la comedia romántica de ‘La cita perfecta‘ con Noah Centineo, y las series de comedia de ‘Special‘ y ‘Huge in France‘. Para terminar con la serie drama musical de ‘Fosse/Verdon‘ con Sam Rockwell y Michelle Williams.
Venga, dale al play:
La intención del podcast no es la de realizar un análisis crítico de ninguna de las obras sino más bien damos prioridad a los puntos fuertes de cada propuesta para ayudarte a escoger la que más va contigo.
Este blog no tiene ningún ánimo de lucro y todo el material del podcast forma parte de la campaña de promoción de las obras. Este espacio de audio viene a continuar con esa labor informativa.
Damas y caballeros. Pasen y vean. Sean ustedes bienvenidos… a la cárcel. Dejen todas sus pertenencias y sus libertades en la puerta. Así, fría y sucia se presenta ‘Fuga en Dannemora’ una serie de lo más incómoda y menos amable de los últimos años pero que termina resultando irresistible.
Nos adentramos en la típica rutina que se vive dentro de una
cárcel, un lugar donde el tiempo se detiene y los límites los ponen los
barrotes. Allí dentro los presos se dedican a matar el tiempo mirando al techo
de su celda, jugando a las cartas, leyendo libros, trapicheando, drogándose e incluso
matándose entre ellos. Hay quienes tienen la suerte de dedicarse a sus hobbies
favoritos como la pintura o trabajar en el taller de costura de la
penitenciaría.
Y así va pasando el tiempo en la cárcel de Dannemora. Presos
que se conocen y se convierten en colegas, compañeros de trabajo o enemigos
entre bandas rivales. Incluso se forjan amistades entre presos y guardias,
entre asesinos y funcionarias. Pero para todos ellos, ya sean buenos o
malvados, para todos ellos va pasando el tiempo. Se van sucediendo los días
trapicheando o en jornada laboral pero todos ellos se mueven presos del tiempo.
Así se entra en ‘Fuga en Dannemora’, sin saber qué hora es. La historia podría estar perfectamente ambientada en el presente, hace treinta años o en los 70 y a nadie le extrañaría. Al entrar en la serie, la única pista que tenemos del exterior es la de las canciones que suenan en la radio. A través de ella nos situamos en el tiempo de una historia que resulta atemporal porque la lectura final es que los presos no se escaparon de la cárcel sino de la rutina de sus vidas.
La serie comienza con la noticia de la fuga de dos presos de
la cárcel pero que por el propio tratamiento que hace en el primer capítulo se
podría adivinar que dicha fuga parece no importarle ni a la propia serie. Resulta
curioso que la huida de los presos no se presente como una hazaña o, todo lo
contrario, como un peligro para la sociedad. Nada de eso. En realidad, parece
no importarle a nadie ni a los compañeros presos ni siquiera a los policías.
Más bien, la fuga se presenta como un ligero inconveniente, como una fuga en el
Sistema que tarde o temprano acabará siendo reparada.
Dos auténticos actores de cine como Benicio del Toro y Paul Dano interpretan a los dos presos protagonistas que preparan la fuga de la cárcel. Benicio del Toro encarna a la fuerza de la naturaleza en su personaje pero también el arte del trapicheo. A veces es montaña, la paciente calma, fuerte y soñadora de pulso firme. De los que parece tenerlo todo controlado. Un personaje que es presencia y carisma. Su compañero de andanzas, Paul Dano encarna la inseguridad de la edad y al mismo tiempo la obediencia del obrero. De personalidad nerviosa, impaciente y más emocional. Aunque se concentra bastante bien y no se cansa en golpear cuando encuentra el punto flaco de un muro.
La tercera pata del trípode es una irreconocible Patricia Arquette que es la guinda del pastel. Interpreta a una mujer que trabaja como funcionaria de la prisión. Para darle emoción a su vida mantiene una especie de romance con uno de los presos. Y decir más sería privarles del resto del pastel porque el personaje de Arquette es una auténtica delicia. Sería mejor que la conocierais por vosotros mismos. Y ya está. La serie nos presenta tres personajes que, a priori, hace que nos preguntemos cómo demonios han acabado llegando ahí. Las vueltas que tiene que dar la vida, uno presume, para que esos personajes, los primeros por obligación y la otra voluntariamente, ingresen en prisión. La mala suerte de la vida que acecha en cada esquina pero no, la explicación es mucho más sencilla: la gente no cambia.
Lo que resulta muy curioso de la serie es ver cómo los
personajes cambian dependiendo del lado de la verja en el que se encuentren.
Porque rápidamente vemos cómo se comportan dentro de una prisión pero fuera de
ella, en libertad, son verdaderamente distintos. Por eso el propio edificio de
la cárcel se presenta como si fuera el cuarto protagonista de la serie. La prisión
tiene sus propias reglas y su propia atmósfera sucia como de taller local de
aluminio situado en cualquier polígono industrial a las afueras de cualquier
ciudad. Y la serie quiere impregnar ese aire sucio en los espectadores.
La serie consta de ocho capitulazos dirigidos por Ben Stiller que arranca con una dirección muy del estilo de los noventa aunque con cierta sobriedad. Pero a cada episodio va mejorando hasta alcanzar un nivel de auténtica maestría cinematográfica. Destaca la escena de la claustrofobia en la tubería y, sobre todo, aquella secuencia inicial que comienza en la celda y termina en la alcantarilla lo que viene siendo la narración en imágenes de la ansiada travesía de dentro afuera hecha del tirón.
La esencia de la serie es la construcción de los personajes.
De ritmo pausado pero sin pausa, la historia va avanzando y calando en el
espectador, incluso se podría decir que termina por ser cómplice de la rutina
que vive los tres personajes protagonistas. La historia nos conduce por las
sinuosas curvas del camino hasta que de pronto, así de golpe y porrazo, la
serie se marca un capitulazo en plan precuela para ahondar en los personajes y
sus miserias que te deja una huella imborrable.
‘Fuga en Dannemora’ destaca por una magnífica fotografía, una ambientación muy cuidada y un ritmo de la narración al estilo ‘Fargo’ pero que termina por marcar su propia personalidad al relato. Está protagonizada por tres actores de cine como Benicio del Toro, Paul Dano y Patricia Arquette. Los tres son muy buenos. Les acompaña un David Morse muy acertado.
Qué esperar de una serie que va sobre personajes encarcelados, de una montaña que sueña con la libertad, de un joven que quiere vivir deprisa y de una mujer dominada por su egoísmo. Se puede esperar disfrutar de una historia que ansía respirar aires de libertad, romper con lo establecido y mucha (y perfecta) suciedad. ‘Fuga en Dannemora’ como una serie de tres personajes que planean escapar del sistema cuando en realidad solo desean salir de la rutina.
Un grupo de hombres entrenados militarmente se reúnen en secreto para perpetrar uno de los golpes más duros al narcotráfico. Y no es que planeen atrapar el narco más poderoso del mundo sino ‘simplemente’ robarle. Simplemente dice, como si fuera fácil. Actuarán fuera de la ley en una operación que parece casi imposible de llevar a cabo así que planean el robo perfecto al narco pero se toparán con un invitado inesperado: la codicia. Una película donde uno nunca sabe de dónde vendrán los disparos, así es ‘Triple frontera’ un thriller de acción con Ben Affleck y Oscar Isaac.
Oscar Isaac será el que ponga en marcha el plan y reúna al
grupo de élite para asestar el duro golpe al narcotráfico. El objetivo es
robarle al jefe de los cárteles que vive en una casa apartada junto a su
familia y rodeada de seguridad porque es allí donde también esconde una inmensa
cantidad de dinero. De hecho, la casa misma es como si fuera una caja fuerte a
la que es prácticamente imposible entrar y salir con vida.
Sin embargo, los protagonistas son experimentados militares
que, cansados de estar cumpliendo órdenes de otros, deciden actuar por su
cuenta y forrarse por el camino. Para ello cuentan con un plan maestro para el
atraco al narco. Lo que pasa es que cuando se actúa por cuenta propia uno nunca
sabe por dónde vendrán las verdaderas dificultades. La película es como una
especie de ‘Ocean’s eleven’ pero con la acción propia de la serie ‘Narcos’. Además,
la trama no se detiene ahí sino que se convierte en una huida hacia adelante
con tintes de thriller psicológico que la hace tremendamente interesante.
Los primeros minutos brillan por su espectacularidad y por
su ambientación de puro caos en el campo de batalla. Sin embargo, la película
evoluciona de la adrenalina hacia la tensión del momento del atraco hasta la
triple tensión que viven los protagonistas cuando se enfrentan a la toma de
decisiones difíciles. Porque de salir con vida del atraco se verán perseguidos
por una triple amenaza: los narcos, los polis y ellos mismos. Bueno, ya os lo
podéis imaginar, todos detrás de ellos pisándoles los talones.
Una película que
juega al despiste donde lo más interesante no es la acción sino los propios
personajes. La verdad es que la película tiene de todo desde acción trepidante
hasta la tensión del thriller psicológico donde los protagonistas se verán
envueltos en la difícil situación que plantea uno de los temas clásicos de la
literatura: la codicia.
La película sorprende porque conduce al espectador por lugares de la trama que uno no espera. Te hace disfrutar de la acción y al mismo tiempo te hace pensar y sufrir por las calamidades por las que tienen que pasar los protagonistas para salir con vida. Está dirigida por J. C. Chandor (‘El año más violento’) que juega al despiste y hasta las escenas que parecen que están mal, en realidad, están muy bien.
Está protagonizada por un reparto de auténtico lujo como Oscar Isaac (‘El año más violento’), Ben Affleck (‘El contable’), Charlie Hunnam (‘Hijos de la Anarquía’), Pedro Pascal (‘Narcos’) y Garret Hedlund. Cuenta con una ambientación espléndida y muy realista.
Se trata de una nueva apuesta de Netflix por una película de acción trepidante con tintes de thriller psicológico. Una cinta sorprendente que te mantendrá en tensión constante por las vicisitudes que se encontrarán por el camino. No te pierdas ‘Triple frontera’ porque es mucho más de lo que imaginas.
No te pierdas Estrenos y Temazos porque viene cargado de noticias y con los mejores estrenos del finde.
En el primer bloque con lo más destacado como ‘Capitana Marvel‘ con Brie Larson; el drama intimista de ‘Mula‘ de Clint Eastwood; y el thriller de atracos de ‘70 Binladens‘ con Emma Suárez y Hugo Silva.
En el segundo bloque con lo más interesante con joyitas como ‘La mujer de la montaña‘ premiada en la Seminci; y ‘Las herederas‘ triunfadora en la Berlinale.
En el tercer bloque con lo más sonado que llega a las plataformas digitales como ‘After Life‘ la nueva serie de Ricky Gervais; la segunda temporada de la serie de comedia de ‘AP Bio‘; la tierna comedia dramática de cine indie de ‘Apoya a las chicas‘ con Regina Hall y Haley Lu Richardson; el documental nominado al Oscar de ‘Tablas rotas: Minding the gap‘ y mucho más.
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Años 70. Una época en la que era raro ver a mujeres cursando estudios en las Facultades de Derecho y mucho menos ejerciendo como abogadas. Ruth Bader Ginsburg rompió las barreras y se atrevió a presentar numerosos casos donde la Ley discriminaba a las personas por cuestiones de género. Porque la verdadera cuestión de la película es que si la Ley es igual para todos por qué luego las leyes diferencian entre hombres y mujeres. Todavía hoy es una cuestión muy real, por eso hay que ir a ver ‘Una cuestión de género’.
La película repasa la vida real de Ruth Bader Ginsburg desde
su entrada en Harvard como estudiante de derecho hasta su entrada en el mundo laboral.
Todo ello en un mundo de hombres con su habitual palabrería de sutil
menosprecio hacia las mujeres. Al no conseguir que ningún bufete la contratase,
se pone como profesora de derecho en una asociación por la igualdad de género.
Hasta que un caso sin importancia ni interés llega a sus manos.
El caso era el de un hombre al que le era denegada la ventaja
fiscal de cuidador por la única razón de que la ley presuponía que solo las
mujeres podrían dedicarse a tal ocupación y jamás un hombre se pondría a cuidar
de su madre. Quizás en la época en la que se redactó esa ley tuviera cierta
base pero la verdad es que tal disposición va en contra del espíritu de las
leyes constitucionales que exponen que todos somos iguales ante la ley.
Resulta muy curioso cómo de un caso casi insignificante como
este, que fácilmente se podría descartar con un simple ‘ese hombre no quiere
pagar sus impuestos’ y pasar a otra cosa, y sin embargo Ruth quiso ir más allá
y vio la oportunidad de dar el primer paso hacia la igualdad de género. Es como
si la protagonista quisiera derribar el muro de cristal comenzando por retirar
la piedra más pequeña.
Pero claro, los hombres que se ven amenazados por su
discurso de igualdad harán lo que sea por desbaratar esa idea. Sin embargo, una
sociedad se hace más fuerte cuando todos sus integrantes lo son y no solo una
parte o la mitad de ellos. Y mucho menos cuando se ve rodeada de muros
construidos por el miedo. Un verdadero hombre no le teme a una mujer.
Por eso la relación de Ruth con su marido es de igualdad.
Juntos se complementan y juntos forman un magnífico equipo. Ahí donde no llega
uno, llega el otro. Y viceversa. El primer caso que defiende Ruth le llega de
las manos de su marido. Cuando Ruth defiende sus argumentos desde el corazón,
cómo no hacerlo si es la primera afectada, será su marido el que aporte
claridad al discurso. Y cuando su marido se vea superado por los
acontecimientos, serán la chispa y el ingenio de Ruth las únicas claves para
ganar el caso. Porque en el camino hacia la Igualdad solo se puede llegar si lo
hacemos juntos.
Porque más allá de si la Ley se equivoca o deja de
equivocarse, la película deja entrever que la Ley está incompleta. Se ve
reflejado en el caso que defiende la protagonista. Porque ella no quiere
restarle derechos a los hombres sino darles los mismos derechos a las mujeres
tal y como estipulan las leyes constitucionales de un Estado de Derecho
moderno. Es como si la Ley fuera una obra inacabada al que hay que añadir alguna
frase para que su significado sea el preciso. O cambiar una palabra, como en la
escena de la mecanógrafa a la que no le importa volver a reescribir el alegato
de la protagonista solamente para hacerse entender mejor ante el tribunal.
Igualdad en todo incluso hasta en las cuestiones, quizás, menos agradables. Porque tanto hombres como mujeres tienen el derecho de trabajar en minas de sal o de formar parte del ejército. Y no solo eso sino de ascender a puestos de mando.
‘Una cuestión de género’ es una película muy interesante que quiere hacer visibles las pequeñas injusticias que se esconden en las leyes. Una película que quiere ser abierta al gran público protagonizada por una gran Felicity Jones (‘La teoría del todo’) y por Armie Hammer (‘Operación UNCLE’). Con un espléndido Justin Theroux (‘Maniac’). Acompañados por Sam Waterston y Kathy Bates.
Una película que demuestra que existen personas como Ruth Bader Ginsburg que defiende los mejores valores de la justicia y lo hacen desde el anonimato. Al final de la película uno desea conocer más de esa mujer y lo puede hacer con el documental ‘RBG’ nominado al Oscar. ‘Una cuestión de género’ es un film que no te dejará indiferente y que no te puedes perder.
Repasamos la noche de los Oscar y toda la actualidad cinematográfica de la semana con los mejores estrenos del finde.
El primer bloque con lo más destacado son el drama de tintes fantásticos de ‘Bienvenidos a Marwen‘ con Steve Carell; y el thriller oscuro de ‘Feedback‘ con Eddie Marsan e Ivana Baquero.
El segundo bloque con lo más interesante como el biopic de ‘Van Gogh, a las puertas de la eternidad‘ con Willem Dafoe; el dulce cine indie de ‘Larga vida y prosperidad‘ con Dakota Fanning; la divertidísima road movie de ‘4 Latas‘ con Jean Reno y Hovik Keuchkerian; el drama de ‘Profesor en Groenlandia‘ y la histórica de ‘Sobibor‘.
El tercer bloque con lo mejor que llega a la tele y a las plataformas digitales como la comedia romántica de ‘¿No es romántico?‘ con Rebel Wilson; el drama de ‘El niño que domó el viento‘ de Chiwetel Ejiofor; la miniserie en tono de thriller oscuro de ‘I am the night‘ con Chris Pine; la miniserie de conspiraciones de ‘The Widow‘ con Kate Beckinsale; los estrenos de la tercera temporada de ‘Better Things‘ con Pamela Adlon y de la nueva tanda de episodios de la quinta de ‘Vikingos‘; y el estreno de series como el melodrama familiar de ‘Northern Rescue‘ y la comedia policiaca de ‘Whiskey Cavalier‘. Y el estreno del documental ganador del Oscar de ‘Free Solo‘.
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A nadie le amarga un dulce y mucho menos si se trata de una de esas dulces historias de cine indie americano con sus personajes llenos de rarezas pero cargados de un buen corazón. ‘Larga vida y prosperidad’ es una pequeña y dulce historia sin pretensiones pero que deja el mismo poso que las películas propias del cine indie americano. Sí, el título en español hace referencia al mítico saludo del Señor Spock de Star Trek.
Dakota Fanning interpreta a una joven que sufre de autismo y vive siguiendo un plan estricto de rutinas. Porque si algo se escapa de su rutina se pone muy nerviosa. Pero un día oye hablar de un concurso de escritura para aficionados de Star Trek y ella decide participar. Una vez terminado el guion se ve obligada a viajar hasta Los Ángeles para presentarlo en persona.
La película es el viaje hacia lo desconocido de una chica
autista que jamás ha salido de casa y que tiene la misión de presentar el guion
dentro del plazo de recogida. La joven vivirá aventuras y desventuras propias
del proceso de madurez en una especie de road movie que despierta mucha ternura
por su sencillez.
Aunque la película se basa en la sencillez de su propuesta,
arranca bastante floja con la presentación del personaje protagonista. Pero en
seguida remonta en cuanto comienzan las aventuras. Lo mejor es descubrir la
evolución de la joven protagonista que pasa de ser irritable por su
personalidad marcada por el autismo a conmovernos de ternura por su ingenuidad.
Una comedia dramática muy dulce que sin pretender ahondar en
dramas sí que se toma un tiempo para que nos empapemos del sentir de los
personajes que rodean a la protagonista. Desde la terapeuta hasta la hermana
mayor que se casa y tiene hijos y no puede, aunque quiera, hacerse cargo de
ella. Todo en un agradable tono intimista bastante emotivo.
Está protagonizada por Dakota Fanning, Toni Collette y Alice Eve, con la aparición estelar de Patton Oswalt. Todos ellos son elementos importantes en una historia donde una chica escribe un guion sobre Star Trek y por el camino, sin querer, se transforma en la protagonista de su propia historia.
‘Larga vida y prosperidad’ es una película pequeña sobre una joven que se lanza a descubrir mundo, tal y como lo haría el Señor Spock abriéndose paso por el Universo desconocido. Una comedia dramática que te conquistará por el tono delicioso del cine indie americano.
Larga vida y prosperidad: 5,75/10
PD: “Lo que no entiendo es por qué le gusta tanto Star Trek”.
‘Infiltrado en el KKKlan’ es un drama de humor negro que
arranca con dos discursos. El primero con un político ultraconservador y el
segundo con un llamado revolucionario afroamericano. El director Spike Lee los
contrapone elevando el tono hasta su máximo nivel. Mientras que las
exageraciones del blanco son para partirse de risa de puro disparate, el del
segundo asusta un poco por tender hacia un lenguaje beligerante. El caso es que
las palabras se las lleva el viento y solo quedan los hechos. Y los hechos son
que los fanáticos del político apalean y atropellan a los negros y los
seguidores del revolucionario son quienes reciben los palos mientras lo rapean.
Se trata de una comedia negra, incómoda, que escuece y que
no tendría por qué llevar colgado el molesto cartel de ‘película necesaria’ si
no fuera porque Donald Trump, un hombre con ideas a lo David Duke, fuese hoy el
presidente de los Estados Unidos.
La película se centra en la atrevida premisa de qué pasaría
si un negro se infiltrara en la organización del Ku Klux Klan. Basada en hechos
reales, el primer contacto se hace por teléfono así que el protagonista se ve
obligado a utilizar a un doble, que se haga pasar por él, para el trabajo de
campo. Una historia que camina sobre un guion muy fino pero que no da puntada
sin hilo.
Cuando uno está viendo ‘Infiltrado en el KKKlan’ sabe automáticamente que está delante de una gran película. Porque es una comedia incisiva con un guion magnífico. Pero, al mismo tiempo, te va inundando la sensación de que la película no acaba de cuajar. Y eso es porque el director y guionista Spike Lee ha decidido suprimir de la película toda carga dramática. Todo se desarrolla en un tono de comedia incómoda bastante ingeniosa. No se toma un respiro para explorar el drama o la tensión que se puede llegar a vivir al estar infiltrado en semejante organización.
Es una película que se centra en su guion. De esta forma,
Spike Lee potencia lo que quiere decir alzando la voz y arrojando algo de luz
en esta era de postverdad. Y lo hace en un tono conciliador, de hecho, ya de
primeras coloca a un policía negro, con oídos cuasi neutros, en un mitin
revolucionario. Es como si el director (negro) quisiera que los espectadores
blancos nos infiltrásemos allí a través de él. Y que nos dijera que entiende
que aquellos discursos beligerantes llegaran a infundir temor. Porque quién no
se haya equivocado nunca que tire la primera piedra.
Es una película con mensaje con un guion muy complejo dado
los distintos personajes cada cual con diferentes puntos de vista. Es una
comedia negra muy ingeniosa que termina con una bofetada de realidad. Y es que
siempre duele más que alguien se ponga a atropellar a la gente (véase los
atentados de Charlottesville y las Ramblas de Barcelona, ambos ocurridos en
agosto de 2017) que a que te cuenten un chiste que no te guste. No es
comparable.
La película da para mucho debate pero aquí lo dejamos. Cuenta con un gran reparto de actores donde destaca el protagonista John David Washington, para mí todo un descubrimiento, Adam Driver y Topher Grace. Sin olvidar, el gran trabajo de fotografía cargado de una bella factura visual.
‘Infiltrado en el KKKlan’ es una película que arrastra al espectador hacia las trincheras de la comedia, donde recibes los tiros igualmente pero al menos te diviertes contando chistes sobre negros y blancos.
‘¿Podrás perdonarme algún día?’ es el título de la nueva película de Melissa McCarthy pero también es el título de una de las cartas falsificadas por el personaje protagonista, la escritora Lee Israel, haciéndose pasar por la literata Dorothy Parker. Siguiendo con el juego de la película a mí me gustaría fantasear con cuál sería la respuesta de la propia Dorothy Parker de conocer tal suplantación y me imagino que comenzaría con un cariñoso ‘Querida Lee Israel, ¿te podrás perdonar algún día?’. Y es que la película no va de falsificaciones sino de una persona que se cree un fraude cuando es, en realidad, una auténtica escritora. Así es, ‘¿Podrás personarme algún día?’.
Lee Israel es una biógrafa de famosos que está pasando por
un bloqueo creativo en pleno momento de decadencia personal cuando no tiene ni
para pagar el alquiler. Se refugia en el alcoholismo para poder evitar
enfrentarse a la hoja en blanco y así van pasando los días. Hasta que descubre
una vieja carta de una famosa vedet, la vende a una librería y se saca un
dinero. Eso le inspira a creer que hay un mercado del que se puede aprovechar
para ganarse un dinerillo extra: el de las cartas de famosos. Así que se lanza
a falsificar cartas de famosos inventándose sus intimidades.
Puede que esta vez me haya extendido un poco con la sinopsis
pero es que es lo menos importante de la película. Lo más interesante es cómo
se describe al personaje protagonista. Una persona desaliñada, dejada, sin
autoestima, áspera, difícil, mal hablada, solitaria y tremendamente desdichada.
Por cómo habla se podría decir que es una mujer muy cultivada en las Artes y
las Letras pero, francamente, como espectadores nos ponemos delante de una
película que va de una mujer cuyo nombre no lo hemos oído mencionado en ninguna
otra ocasión así que, de antemano, desconocemos su calidad literaria y hace que
nos preguntemos si sus quejas tienen fundamento o simplemente forman parte de
la pura pedantería habitual.
Pero lo cierto es que está
pasando por un momento de autodestrucción así que podríamos descartar la
pedantería. Y por la forma de hablar se diría que es bastante ingeniosa a la
hora de escoger las palabras. La película es el retrato de una mujer que no
tiene el suficiente arrojo para ponerse delante de una hoja en blanco y ponerse
a escribir sobre ella misma. A saber qué demonios aparecerán y le atormentarán,
con cuáles se topará por el camino hacia el redescubrimiento personal pero,
sobre todo, la revelación de la gran cantidad de mentiras que habrá dado por
válidas y que no tienen ningún crédito.
Pero para descubrir la Verdad sobre ella misma, una Verdad
que va a doler, y mucho, tiene que tener la valentía de dejar el vaso de licor
y ponerse a escribir. Un auténtico acto de heroicidad porque descubrir la
Verdad sobre uno mismo siempre duele, y lo que suele ser mucho más fácil es calmar
a tus propios demonios con etanol en lugar de ponerte a pasar lista de tus
diablillos interiores.
Y de eso va realmente ‘¿Podrás perdonarme algún día?’, de una mujer que vive en el drama de su propia existencia y que no es capaz de perdonarse a sí misma por sus errores, sus movidas y sus jodiendas. Y aunque nada de eso lo vemos en pantalla, todo eso lo podemos ir descubriendo a partir de la interpretación de Melissa McCarthy como Lee Israel, esa mujer que tiene que escuchar de sus escritos (cartas falsificadas) grandes elogios pero que van dirigidos a terceros. Esa mujer ingeniosa que hace gracia cuando habla de sus miserias pero que te parte el corazón cuando descubres que ella no pretendía hacerte reír, es que ella habla así, es que ella es así, es que ella sí es auténtica.
Melissa McCarthy realiza una deliciosa interpretación en el que equilibra la aspereza de su personalidad con la ternura. Cultivada en mil y una batallas, perdón, mil y uno sketches de ‘Saturday Night Live’, aquí ella hace reír sin pretenderlo inmersa en una historia de auténtico drama. Pasea entre el humor y el drama como si fuera fácil cuando es realmente complicado. Verdaderamente, se ha ganado la nominación al Oscar por este papel.
Su contrapunto es Richard E. Grant que interpreta a un hombre homosexual y que se hace amigo de la siempre desconfiada protagonista. Ir descubriendo su amistad es uno de los puntos más delicados y sensibles de la película. Hay chispa cuando están juntos y sus conversaciones son de lo mejor de la película.
El guion plantea la situación de las falsificaciones como
punto de partida para poder hablar de la personalidad de la escritora. La
película huye de las típicas historias de falsificaciones, engaños, robos y
timos para centrarse en el drama de la mujer. Aunque sea la sinopsis central
por ahí no va la película. Sino de una mujer que evita escribir sobre ella
misma para no tener que enfrentarse a sus demonios.
Y todo eso no aparece explícitamente en pantalla. Es el
espectador quién tiene que ir descubriendo a Lee Israel y la amarga ternura de
su personalidad. Esta película no va de falsificaciones sino de una mujer que
se cree un fraude cuando es, en realidad, una auténtica escritora.
¿Podrás perdonarme algún día? : 7/10
PD: Yo no creo en el bloqueo creativo. Te sientas, escribes y punto.
Calentamos motores para los Goya mientras repasamos los mejores estrenos del fin de semana.
En primer plano destacan el estreno de la esperadísima ‘Green Book‘ con Viggo Mortensen y Mahershala Ali; y la comedia descacharrante de ‘Bajo el mismo techo‘ con Silvia Abril y Jordi Sánchez.
En el segundo bloque con los estrenos más interesantes con la vuelta nostálgica juvenil de ‘Verano del 84‘; la comedia dramática de ‘Todos a una‘ y el drama social de ‘Mug‘.
En el tercer bloque con los mejores estrenos que nos llegan de la tele y de las plataformas digitales con el thriller de ‘Velvet Buzzsaw‘ con Jake Gyllenhaal y que también protagoniza el estreno de ‘Stronger‘; la nueva miniserie del inspector Poirot de ‘The ABC Murders‘ con John Malkovich; la serie de comedia de ‘Muñeca rusa‘; la serie de terror espacial de ‘Nightflyers‘; la serie de ‘Siempre bruja‘ y la serie de thriller policiaco de ‘La sala‘.
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