La comedia argentina junta a un artista que pinta cuadros con un galerista que los vende. El primero es un pintor cascarrabias y el otro es un simpático vendedor capaz de sacar plata del Arte. Pero ¿qué es el Arte? La película ‘Mi obra maestra’ indaga sobre esta cuestión de una forma muy divertida y desenfadada.
Una mirada traviesa del mundo del Arte que va desde el genio atormentado que pinta cuadros sin parar en su casa destartalada y desordenada hasta el galerista estiloso que hace lo posible por vender un cuadro como una obra artística. Juntos forman una extraña pareja que se necesitan irremediablemente. Una historia sobre la amistad que va mucho más allá del Arte.
La película arranca con dos gags muy simpáticos sobre todo el del personaje de Raúl Arévalo que quiere aprender del maestro de la pintura. ‘Mi obra maestra’ es una comedia que trata de forma pícara el proceso creativo, la personalidad del artista, la venta de las piezas de arte o el gusto artístico de los clientes. Es un poco todo. Pero desde el punto de vista de la comedia liviana y bonachona.
En la parte final de la película cambia el tono hacia una comedia un poco más de peso con cierta crítica al mundo del Arte. No llega a ser tan contundente como el Banksy que se autodestruye pero sí una mentirijilla de caradura simpática. Por allí les sorprenderá un personaje que representará la moral en el Arte.
Está protagonizada por Guillermo Francella, Luis Brandoni y Raúl Arévalo. Dirigida por Gastón Duprat, autor de ‘El ciudadano ilustre’, presenta una nueva comedia divertida y un tanto convencional aunque con un puntito muy interesante. ‘Mi obra maestra’ es una película que es para dejarse llevar por la comedia argentina y sus simpáticos personajes.
Mi obra maestra: 6,50/10
PD: Lo has ordenado perfectamente, tú no vales para el arte.